martes, enero 29, 2008

Y llegó el relevo...

Un primer paso, un primer momento, una primera impresión y nuestros pensamientos intuyen futuros miedos, deseos, sorpresas, satisfacciones y esperanzas. Un vistazo a una ruta desconocida y desafiante.



El nuevo y caluroso hogar nos arroja extrañezas… a pesar de que visitamos a nuestros vecinos la gente nos pregunta “y vos de donde sos??”, en una boleta que el cajero le pasa a la camarera nos escriben “para esos cuatro que hablan raro”.


Aprovechan los espacios públicos. Fuera de las casas la gente toma mate (casi siempre sin polera) y se sienta en las veredas a ver el tiempo pasar. Entre las 12:00 y las 16:30 el comercio no funciona y la siesta después de almuerzo es un ritual para muchos. De noche observamos la práctica “caminar rápido/conversar” alrededor de los parques, y en las calles donde las bicicletas y motos se multiplican, el primero que se asoma tiene la preferencia … es otro ritmo, otro lugar, un nuevo espacio y el tiempo corre…chao Chile!!!!



Es Argentina





y esto también








Tomamos unos mates????

En este país nadie toma mate porque tenga sed. Es más bien una costumbre, como rascarse. El mate es exactamente lo contrario que la televisión. Te hace conversar si estás con alguien, y te hace pensar cuando está solo(a). Cuando llega alguien a tu casa la primera frase es “hola” y la segunda “¿unos mates?”

Esto pasa en todas las casas. En la de los ricos y en la de los pobres. Pasa entre mujeres charlatanas y chismosas, y pasa entre hombres serios o inmaduros. Pasa entre los viejos de un geriátrico y entre los adolescentes mientras estudian. Es lo único que comparten los padres y los hijos sin discutir ni echarse en cara.


La yerba es lo único que hay siempre, en todas las casas. Siempre. Con inflación, con hambre, con militares, con democracia, con cualquiera de nuestras pestes y maldiciones eternas. Y si un día no hay yerba, un vecino tiene y te da. La yerba no se la niega a nadie.





(Anónimo)